top of page
Foto del escritorclickpolo

“Todo para mí es un desafío a superar”


Año 2017. El cordobés Martín Magarzo andaba en moto por una ruta en Costa Rica. Un automovilista hace una mala maniobra, Martín choca con la montaña y sufre heridas múltiples. La consecuencia fue tremenda: perdió su pierna derecha.

“Estuvieron casi dos meses queriéndome salvar la pierna, pero no se pudo. Estuve en Costa Rica hasta dos meses más después de recuperarme, en junio de 2017, cuando volví a Argentina y empecé a hacer la rehabilitación. En agosto me dieron la primera prótesis, y ya estaba caminando. Ya octubre/noviembre, no me hacía falta ayuda de ningún bastón o andador, así que ya caminaba por mi parte. En diciembre hacía vida normal, y estaba trabajando de visitador médico”, le contó Martín a CLICKPOLO.

Hasta ahora es una hermosa historia, pero la pregunta es: ¿por qué aparece Martín en una revista de Polo? Paciencia, amigo lector.

“De chiquito tuve caballos. Polo nunca hice, más que subirme y taquear un poco. Pero ahora le estoy metiendo con puro entrenamiento. Mi sueño es jugar algún partido de polo. Tengo la amputación en la pierna derecha, sobre la rodilla, y todo el apoyo está justo en esa misma pierna para taquear. Se complica mucho, lo veo muy difícil, pero no es que no se pueda. Todo para mí es un desafío a superar”, cuenta Magarzo.

El desafío está lanzado. Martín no tiene frenos. “Lo más importante para mí era subirme y posicionarme arriba, y lo logré. Ahora es cuestión de ir acomodándose para el posicionamiento arriba del caballo, para poder trotar y jugar un partido. Nunca jugué un partido. Pero bueno, estamos taqueando, hace 5 meses recién arranqué con esto, gracias a un compañero de laburo, Santiago Ruiz Chacón, con el que estamos en este lindo deporte”.

Esta es la primera parte de una nota Seguramente habrá una segunda: cuando Martín juegue un partido, que sin dudas lo hará.





“Estoy agradecido a Dios porque estoy vivo y contándola”


Muchas veces quedamos inmersos en la rutina devoradora sin pensar en cosas verdaderamente importantes. La historia de Martín Magarzo es un buen ejemplo. “Estoy agradecido a Dios porque estoy vivo y contándola”, dice el cordobés.


Martín Magarzo posee un campo en Piquillín, a 40 kilómetros de Córdoba Capital. Allí, en el Club de Polo, lo invitaron a probar este difícil deporte. "Me la jugué y me encantó”, comentó.

Su historia de esfuerzo tiene otros condimentos. Martín agradece a los profesionales del Centro de Rehabilitación Ortopedia CRECER que lo ayudaron a que caminara en tres meses. Pero hay algo más: después le dieron trabajo.

"Nunca me bajoneé. Seguí siempre para adelante así que decidí ponerme una prótesis y a buscar trabajo. Todo se dio muy rápido, en una ortopedia conseguí empleo gracias a que soy visitador médico pero tenía que resolver el tema de mi pasión por los deportes", comentó Martín, de 33 años.

Martín es el único caso en el mundo que practica Polo con una pierna amputada. Cuando a veces pensamos en problemas menos de la vida cotidiana, la historia de Martín es un excelente ejemplo para no preocuparse por problemas menores.



bottom of page